quién puede ser titular de un CAE

Coste real, mantenimiento y ahorro + CAE: por qué el eléctrico cuesta menos

Uno de los atractivos del coche eléctrico es su coste operativo reducido: la electricidad suele ser más barata que la gasolina, el mantenimiento es más sencillo (menos piezas, menos desgaste), y el coste por kilómetro disminuye notablemente.

Pero cuando combinas ese ahorro real con la posibilidad de obtener CAE, la ecuación se vuelve especialmente favorable: cada kWh que dejas de consumir con gasolina se convierte en ahorro energético certificable.

Realizar el cambio a eléctrico supone:

  • Reducción del gasto en combustible.

  • Menor mantenimiento.

  • Aprovechamiento del sistema CAE: monetizas el ahorro energético real.

Así, además de ahorrar dinero mes a mes, puedes recuperar parte de la inversión mediante la venta de CAE. Es una doble rentabilidad: ahorro + ingreso por eficiencia.

La electricidad es más barata que los combustibles fósiles, y los coches eléctricos requieren menos mantenimiento. Esa combinación reduce significativamente los costes de uso a lo largo del tiempo.

A esto se suma que la sustitución de un coche térmico por un eléctrico genera un certificado de ahorro energético (CAE), que puede convertirse en un ingreso adicional. Es decir, no solo ahorras al repostar y al mantener el vehículo: también rentabilizas tu cambio mediante la certificación del ahorro generado.

En conjunto, el coche eléctrico se convierte en una opción económicamente lógica y sostenible.

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