¿Pueden generar CAE los puntos de recarga?

La electrificación del transporte es una de las grandes palancas para reducir el consumo de energía fósil y avanzar hacia una economía baja en carbono. Cada nuevo punto de recarga instalado no solo impulsa la movilidad eléctrica, sino que también plantea una cuestión clave: ¿pueden estas infraestructuras generar Certificados de Ahorro Energético (CAE)?

A continuación, analizamos en detalle cómo funciona el sistema de CAE, qué requisitos se exigen para que una actuación sea certificable y si los puntos de recarga de vehículos eléctricos pueden formar parte de este mecanismo.


¿Qué son los Certificados de Ahorro Energético (CAE)?

Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) son un instrumento creado por el Gobierno de España en 2023 para acreditar de forma oficial los ahorros energéticos conseguidos mediante actuaciones de eficiencia. Su objetivo es incentivar que tanto las empresas como los particulares reduzcan su consumo de energía primaria no renovable.

Cada CAE equivale a 1 kWh de energía final ahorrada y puede ser utilizado por las comercializadoras de energía o sujetos obligados (como las grandes eléctricas y gasistas) para cumplir sus cuotas anuales de ahorro impuestas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).

En la práctica, los CAE monetizan el ahorro energético, creando un mercado en el que las empresas que consiguen ahorrar pueden vender esos ahorros certificados a quienes los necesiten para cumplir su obligación legal.


¿Qué actuaciones pueden generar CAE?

El sistema define una serie de Fichas Técnicas de Actuaciones Tipo (FTAT) que establecen los criterios para certificar el ahorro energético de distintas mejoras:

  • Sustitución de iluminación por LED.
  • Rehabilitación térmica de edificios.
  • Instalación de calderas o bombas de calor de alta eficiencia.
  • Renovación de equipos industriales.
  • Mejora de aislamientos o sistemas de climatización.

En la actualidad, estas fichas se centran principalmente en sectores como edificación, industria y servicios. Sin embargo, la movilidad eléctrica está empezando a entrar en el radar de las políticas de ahorro energético, y es aquí donde los puntos de recarga cobran relevancia.


¿Cómo puede la movilidad eléctrica generar ahorro energético?

Cada kilómetro recorrido en un vehículo eléctrico sustituye el uso de combustibles fósiles, reduciendo el consumo de energía primaria no renovable y las emisiones de CO₂ asociadas.

De forma simplificada:

  • Un coche eléctrico consume alrededor de 15-18 kWh/100 km,
  • mientras que un coche de combustión requiere el equivalente a 60-70 kWh/100 km en energía primaria.

El potencial de ahorro es, por tanto, considerable. Sin embargo, para que este ahorro sea certificable mediante CAE, deben cumplirse dos condiciones fundamentales:

  1. Que el ahorro pueda medirse y verificarse conforme a una metodología reconocida.
  2. Que la actuación esté registrada en una ficha técnica aprobada por el MITECO o evaluada como Proyecto Ad Hoc.

¿Pueden los puntos de recarga generar CAE?

A día de hoy, no existe todavía una ficha técnica específica para la instalación de puntos de recarga que permita generar CAE de forma directa. Sin embargo, el marco regulatorio no excluye esta posibilidad.

En particular, el Real Decreto 36/2023, que regula el sistema nacional de CAE, permite que se registren Proyectos Singulares Ad Hoc siempre que:

  • Se demuestre un ahorro energético verificable respecto a un escenario de referencia.
  • Se presente la documentación técnica que acredite la reducción de consumo de energía final o primaria.
  • El proyecto sea validado por un verificador acreditado y aprobado por la Oficina Nacional de Eficiencia Energética.

Por tanto, si una empresa instala infraestructuras de recarga vinculadas a flotas corporativas o transporte público, y se demuestra que sustituyen recorridos de combustión por eléctricos, sí podrían generar CAE.


Ejemplo práctico: flotas eléctricas y CAE

Imaginemos una empresa logística que sustituye 10 furgonetas diésel por vehículos eléctricos y instala una red de puntos de recarga para su operación diaria.

Mediante un proyecto Ad Hoc podría acreditarse:

  • El consumo anual anterior (diésel).
  • El consumo actual (energía eléctrica medida en los cargadores).
  • El ahorro neto en energía primaria no renovable.

Esa diferencia puede convertirse en CAE transferibles y monetizables, siempre que se siga el procedimiento de certificación.


El papel de la gestión inteligente de carga

Para poder certificar ahorros, es esencial contar con datos precisos y verificables del consumo energético. Aquí entran en juego los sistemas de gestión y monitorización.

V2C, fabricante de cargadores inteligentes, ofrece a través de su plataforma V2Cç una gestión avanzada de puntos de recarga: monitorización en tiempo real, informes de energía consumida, balanceo dinámico y control remoto.
Estas funcionalidades pueden facilitar enormemente el proceso de medición y verificación de ahorros, requisito indispensable para la obtención de CAE.

En otras palabras, aunque el punto de recarga por sí solo no genera el certificado, su gestión eficiente y trazabilidad de datos sí puede hacer viable el proyecto.


¿Qué pasos seguir para valorar si un punto de recarga puede generar CAE?

  1. Evaluar la actuación: identificar el ahorro energético respecto a un escenario sin electrificación.
  2. Cuantificar el ahorro: calcular los kWh finales y primarios ahorrados con metodología oficial.
  3. Recopilar la documentación: certificados, facturas, informes de consumo, memorias técnicas.
  4. Verificación independiente: contar con un verificador acreditado que valide los resultados.
  5. Registro y emisión de CAE: una vez aprobado el proyecto, se inscribe en el sistema nacional y se emiten los certificados correspondientes.

Recomendaciones para empresas e instaladores

  • Planificar la instalación con una visión integral: infraestructura, energía consumida y potencial de ahorro.
  • Usar sistemas de monitorización inteligentes que permitan recopilar datos de consumo eléctrico.
  • Alinear la actuación con los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima).
  • Consultar con expertos en gestión de CAE, como Certficiado Ahorro Energético, para estudiar la viabilidad de cada proyecto.

Conclusión

Aunque los puntos de recarga aún no generan CAE de forma automática, su instalación puede formar parte de proyectos que acrediten ahorros energéticos reales y medibles. A medida que el sistema de certificación evolucione y se incorporen nuevas fichas técnicas, la movilidad eléctrica tendrá un papel cada vez más relevante en la obtención de CAE.

Empresas que gestionan sus puntos de recarga con precisión y optimizan su consumo —como mediante plataformas inteligentes tipo V2C— estarán mejor posicionadas para beneficiarse de este nuevo mercado energético.

Si deseas analizar si tus instalaciones o proyectos de movilidad eléctrica pueden generar Certificados de Ahorro Energético, puedes contactar con CAE Digital para recibir asesoramiento técnico y regulatorio especializado.

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