Cuando se tramita un Certificado de Ahorro Energético (CAE) —por ejemplo, en la sustitución de un vehículo de combustión por uno eléctrico según la Ficha TRA050— es obligatorio declarar si el titular ha recibido previamente otras ayudas o subvenciones públicas relacionadas con el consumo energético.
En este punto entran los bonos sociales eléctricos y térmicos, que forman parte de esas ayudas reconocidas oficialmente. Conocer qué son, a quién se dirigen y cómo funcionan es fundamental para asegurarse de cumplir con los requisitos de compatibilidad y declaración al solicitar un CAE. A continuación, te explicamos en detalle qué es el bono social eléctrico y cuáles son sus principales modalidades:
El bono social eléctrico es una ayuda regulada por el Gobierno de España destinada a reducir la factura de la luz de los hogares en situación de vulnerabilidad económica o social. Su objetivo es garantizar que las familias con menos recursos puedan acceder a un suministro eléctrico básico, evitando situaciones de pobreza energética.
Bono social eléctrico para consumidores vulnerables
Es la modalidad más habitual y se aplica a hogares que cumplen determinados criterios de renta, tamaño de la unidad familiar o situación personal (por ejemplo, pensionistas con pensión mínima o familias numerosas).
🔹 Descuento aplicado: alrededor del 25% en la factura de la luz.
🔹 Requisitos generales: depender de los ingresos de la unidad familiar en función del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), ser familia numerosa o pensionista con pensión mínima.
Este bono está pensado para dar apoyo a quienes tienen dificultades económicas, pero no se encuentran en situaciones extremas.
Bono social eléctrico para consumidores vulnerables severos
Dirigido a quienes se encuentran en una situación económica más delicada que la anterior. Los umbrales de renta exigidos son más bajos que en el bono para consumidores vulnerables.
🔹 Descuento aplicado: en torno al 40% en la factura.
🔹 Requisitos: ingresos familiares significativamente reducidos (aproximadamente la mitad de los límites establecidos para los consumidores vulnerables) o situaciones especiales acreditadas.
Este bono supone un alivio mayor en la factura, ya que reconoce que el nivel de renta apenas permite cubrir gastos básicos.
Bono social eléctrico en riesgo de exclusión social
Es la ayuda máxima prevista en el bono social eléctrico. Está destinada a consumidores considerados vulnerables severos que, además, reciben apoyo de los servicios sociales de una Administración autonómica o local.
🔹 Descuento aplicado: puede cubrir hasta el 100% de la factura de la luz, ya que se financia conjuntamente entre el Estado y los servicios sociales.
🔹 Requisito clave: tener la condición de consumidor vulnerable severo y estar atendido por los servicios sociales.
Con este bono, el hogar no paga nada por la electricidad, asegurando que no se produzcan cortes de suministro.
Bono social de justicia energética
Este bono es más reciente y se creó como medida extraordinaria para compensar la subida de los precios de la energía derivada de la crisis energética.
🔹 Beneficiarios: hogares acogidos al bono social eléctrico (vulnerables y vulnerables severos).
🔹 Forma de aplicación: descuento adicional y temporal sobre la factura, aplicable mientras duren las circunstancias excepcionales que lo justifican.
Funciona como un refuerzo a los otros bonos ya existentes, ayudando a aliviar la carga en momentos de especial dificultad.
Bono social térmico
Aunque no forma parte directamente del bono social eléctrico, se complementa con él. El bono social térmico es una ayuda económica destinada a sufragar gastos de calefacción, agua caliente o cocina, ya sea con electricidad, gas o cualquier otro combustible.
🔹 Forma de pago: se concede en un único pago anual.
🔹 Cuantía: varía en función de la zona climática en la que se viva y de la condición de vulnerabilidad del hogar.
🔹 Beneficiarios: todos los consumidores que tengan concedido el bono social eléctrico de forma automática.
De esta manera, se garantiza que los hogares vulnerables puedan cubrir también sus necesidades energéticas más allá de la electricidad.