El Certificado de Ahorro Energético (CAE) se ha convertido en una herramienta clave para transformar el ahorro de energía en dinero . Cada actuación (como cambiar un coche de combustión por uno eléctrico, sustituir ventanas o instalar electrodomésticos eficientes) se traduce en kilovatios hora (kWh) ahorrados que, certificados, se convierten en ingresos.
Sin embargo, mientras en otras comunidades autónomas este mecanismo está empezando a despegar con fuerza, la Comunitat Valenciana está quedándose atrás. Y eso significa que miles de ciudadanos y empresas están perdiendo la oportunidad de cobrar por sus actuaciones.
La magnitud de lo perdido
Según datos oficiales, en 2024 la Comunitat Valenciana certificó unos 94 GWh de ahorro energético mediante CAEs. Puede sonar mucho, pero la cifra es apenas un 5 % del total nacional, cuando su peso económico es de alrededor del 10 % del PIB español.
Traducido en dinero: la región ha dejado de ingresar cerca de 60 millones de euros en CAEs. Esto supone que miles de particulares que ya han realizado actuaciones válidas (coche eléctrico, caldera, ventanas…) no han recibido aún la compensación que les correspondía.
Causas del bajo aprovechamiento
¿Por qué ocurre esto? Existen varios factores que explican este retraso:
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Falta de difusión: muchas personas desconocen que por actuaciones como cambiar su coche por uno eléctrico pueden cobrar un CAE.
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Complejidad administrativa: los trámites suelen tardar meses, y eso desanima a particulares e instaladores.
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Escasa cultura de eficiencia energética: en algunas regiones la eficiencia aún no se percibe como una fuente de ingresos.
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Pocos sujetos delegados activos en la Comunitat Valenciana, lo que ralentiza la gestión de expedientes.
Qué se puede hacer
La buena noticia es que este panorama tiene solución:
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Mayor información al ciudadano: dar a conocer de forma clara que cambiar un electrodoméstico, unas ventanas o un coche puede convertirse en dinero.
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Digitalización del proceso: simplificar y acelerar la tramitación para evitar retrasos de 6 o más meses.
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Impulso a los instaladores y concesionarios: si informan a sus clientes de que pueden cobrar por el ahorro, ganan fidelidad y refuerzan sus ventas.
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Servicios inmediatos como Fast CAE: pagar anticipadamente (ejemplo: 350 € en 48h por coche eléctrico) elimina la frustración de esperar meses y asegura que el ciudadano vea resultados.